PASTORES SEGÚN EL CORAZÓN DE DIOS

Ha llegado el tiempo de que las personas reconozcan que la Palabra de Dios en nuestra boca es la verdad. Ha llegado el momento de ser hombres como Pablo, que predicaba con lágrimas y poder, ya sea en la prisión o en libertad, con dinero o teniendo privaciones, en la salud o cuando se es atacado por los espinos. Ha llegado el momento de que seamos pastores como Pedro, que no vendía la gracia de Dios por dinero, no aceptaba ofrendas hipócritas y, aún sin provisiones de plata y oro, veía el poder de Dios realizando grandes prodigios por medio suyo. Ha llegado el momento de ser pastores como Juan el Bautista, que estaba listo para perder la vida, pero jamás a negociar los absolutos de Dios en su ministerio. Ha llegado el tiempo de imitar al gran y Supremo Pastor de ovejas, Jesucristo, que fue manso y humilde de corazón, amó sus ovejas hasta el fin y dio Su propia vida por ellas. ¡Que Dios nos dé pastores según Su corazón!