Las Pruebas y Satanás

“No ser molestados por Satanás no es evidencia de victoria es­piritual. Las jornadas de pruebas feroces a menudo preceden períodos de grandes bendiciones. Martín Lutero nunca sería el hombre que fue, excepto por la oposición del diablo. Por lo tanto, no debemos sorprendernos si, tarde o temprano, en la vida cristiana somos sometidos a pruebas nuevas. Por el con­trario, debemos considerar esto como un medio providencial por el cual estamos siendo calificados para un servicio mejor y más amplio. Entre nuestra adoración y nuestro servicio a Dios debemos prepararnos para la guerra.”