DELEITE EN LA LEY

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.” (Salmo 1:1-2). Si quiere usted ser bendecido, dice el salmista, no ande en el consejo de los malos.

¿Qué significa eso? No escuche lo que los impíos tienen que decir. No siga sus consejos. No deje que influyan en usted su perspectiva sobre las cosas, su valoración de la situación ni su solución a un problema.

Aquí se presenta un proceso de tres etapas que se mueve del caminar, al estar y al sentarse. Comienza con la imagen de caminar al lado de personas impías, ocupados en una conversación superficial. Ni siquiera comience con esto, dice el salmista. No se exponga a las mentiras de las personas que evalúan el mundo sin tener en cuenta la Palabra de Dios. La imagen siguiente es la de estar con los pecadores. Si se encuentra caminando con ellos, no se quede con ellos y hable con ellos. No permita que la conversación se haga más profunda y penetrante. La imagen final es sentarse con el escarnecedor, compartir el asiento de modo que usted llega a ser uno de ellos. No se acerque demasiado a los que se burlan de Dios. Tampoco se siente en el aula de ellos mientras se mofan de la verdad divina. Muchos jóvenes se sientan en las aulas donde un maestro escarnecedor trata de destruir su fe.

Si quiere ser bendecido, aléjese de todo eso. Más bien busque deleite en la Ley del Señor. La revelación de Dios de la forma correcta de vivir, adorarlo y conocerlo es algo como para deleitarse. El Salmo 119 emplea las palabras delicia y regocijo nueve veces para describir nuestra actitud hacia la Palabra de Dios. Es fuente de gozo y satisfacción. En lugar de deleitarnos en la última y mejor manera de burlarse de lo que es bueno, halle su placer en conocer y hacer la voluntad de Dios. Medite noche y día en los pasajes que revelan su voluntad para su vida. Entonces cuando camine, caminará con los piadosos; cuando esté en algún lugar, estará con los justos; cuando se siente, se sentará en un lugar que es santo. Esa es la senda hacia la bendición.