LA GRACIA AUMENTA NUESTRA RESPONSABILIDAD

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. .(1 Pedro 5:10)

Después de más de un milenio de tinieblas y apostasía, cuando la Iglesia paulatinamente fue invadida por diversas herejías perniciosas, la luz de laverdad prevaleció sobre una era de oscuridad religiosa. Los preeformistas John Wyclif, John Huss y Girolamo Savonarola conmocionaron las estructuras de la hegemonía católica, preparando el camino para Martín Lutero, aunque ellos fueron condenados como herejes y quemados en la hoguera.

El 31 de octubre de 1517, Lutero publicó sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg (Alemania), iniciando uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia: la Reforma. Todo el pensamiento de las doctrinas cristianas fue resumido en cinco pilares, “los cinco solos”: Sólo la Escritura, sólo Cristo, sólo la Gracia, sólo la Fe y solamente A Dios sea la Gloria.

La Reforma nos regaló el retorno a las Escrituras y la recuperación del fundamento de la salvación, únicamente por la maravillosa gracia de Dios, y no por obras. La Sola Gratia (la sola Gracia) es uno de esos pilares fundamentales. No obstante, incluso después de conmemorar el cristianismo sus 500 años de la Reforma, la falta de profundidad en la vida con Dios ha generado muchos equívocos doctrinales, y los frutos han sido: superficialidad y desviaciones espirituales en la vida cristiana.

La Reforma nos regaló el retorno a las Escrituras y la recuperación del fundamento de la salvación, únicamente por la maravillosa gracia de Dios, y no por obras.

En estos días, la gracia de Dios ha sido malentendida y mal representada por muchos. Algunos piensan que por estar en la gracia, no tenemos ninguna responsabilidad, no tenemos que hacer nada más. Dios, en Su gracia, hará todo. Dios es amor, y todo es responsabilidad suya, todo corre por su cuenta. ¿Realmente no hay disciplina para el cristiano frívolo, ni juicio para el desobediente?

Por experimentar una generación, la cual ha roto los puentes de sus raíces históricas, buena parte de la Iglesia ha sido arrastrada por los vergonzosos ríos de movimientos liberales. “Porque algunos hombreshombres impíos,convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios…” (Judas 4).

Como bien dijo Tozer, pastor y escritor cristiano: “Hay muchos vagabundos religiosos en el mundo que no quieren estar atados a cosa alguna. Ellos transformaron la gracia de Dios en libertinaje personal. Mientras tanto, las grandes almas son aquellas que se aproximan reverentemente a Dios, comprendiendo que en su carne no habita bien alguno”. Por eso cuentan con Su gracia para una vida santa y de servicio a Él.

Mac Graham dijo, acertadamente: “La gracia de Dios hace aumentar nuestra responsabilidad. En lugar de liberarnos de muchas responsabilidades, con Su gracia viene juntamente una tremenda responsabilidad. Y es un gran privilegio recibir, con esta responsabilidad, la gracia para servir.” Puedes argumentar: “¿Pero, no somos salvos por pura gracia?” Sí, es verdad, pero, ¿sabes de qué y para qué fuimos salvos? La salvación por la gracia es sólo el primer paso en la carrera al Reino de Dios.

Tozer además nos advierte: “Bien, la gracia es la que te hizo entrar en el Reino de Dios. Es un favor inmerecido. Sin embargo, después de sentarte a la mesa del Padre, Él espera poder enseñarte cómo comportarte en la mesa. Y Él no te permitirá comer mientras no obedezcas el protocolo de Su mesa.”

Pablo: De emisario del odio a apóstol de la Gracia 

Aunque representase la “gloria” del judaísmo, como un religioso ciego, sin la gracia de Dios, Pablo solamente se volvió la punta de lanza de las hordas del infierno contra el cristianismo. Enfurecido como una mala bestia, Saulo fue un perseguidor implacable de los cristianos y consentía en su muerte. Honestamente, aunque equivocado, cometía atrocidades en nombre del celo religioso. Pero fue capturado por la gracia de Dios cuando el Señor se le reveló en el camino a Damasco (Hch. 9:1-19). Entonces vio que Aquel que él pensaba era un impostor, era el verdadero Mesías, el Hijo de Dios; él vio que las personas de la “secta” que odiaba y perseguía, en realidad, eran miembros de Su misterioso Cuerpo, donde el resucitado Jesús habitaba por medio del Espíritu Santo. El “mayor de los pecadores”, mereciendo Su ira como sentencia y el infierno como habitación, fue vencido por Su amor y misericordia. En lugar de condenación, recibió perdón, y en lugar de odio, recibió Amor.

Tozer además nos advierte: “Bien, la gracia es la que te hizo entrar en el Reino de Dios. Es un favor inmerecido. Sin embargo, después de sentarte a la mesa del Padre, Él espera poder enseñarte cómo comportarte en la mesa. Y Él no te permitirá comer mientras no obedezcas el protocolo de Su mesa.”

El gran Saulo, que creía representar al Dios airado del Antiguo Testamento, lo conoció en la Persona de Jesús, como la encarnación del Amor y de la Gracia. El enemigo es transformado en amigo, y el que antes transpiraba odio y muerte, ahora exhala, con la gracia, la fragancia del perfume de Cristo; aquel que era un emisario del odio, se convirtió en un apóstol de la maravillosa Gracia.

Doy graciasa Cristo Jesús, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio…” ¿Cuándo Dios lo consideró fiel y lo llamó al ministerio? Cuando él perseguía y mataba a los cristianos. “…habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia, porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.” (1 Timoteo 1:12-14).

Después de ser salvo por la gracia, él no se contentó con apenas reunirse para adorar a Dios con los santos en Jerusalén y oír las impactantes predicaciones de Pedro. ¡No! Él fue más allá; “…y su gracia no ha sido en vano para conmigo…” (1 Corintios 15:10).

Como embajador de la gracia, se volvió el mayor evangelista, el hombre más profundo en la Palabra, el apóstol de los gentiles y el mayor plantador de iglesias en toda la historia del cristianismo. Plantó iglesias en las provincias de Galacia, Macedonia, Acaya y Asia Menor. Ningún hombre ejerció tanta influencia sobre toda la civilización. Ningún escritor fue tan conocido, ni fueron sus obras tan divulgadas y comentadas como las de él.

En su obra “Pablo, el mayor líder del cristianismo”, Hernandes Dias Lopes, teólogo y escritor cristiano, dice: “Pablo fue el mayor pionero del cristianismo, su exponente más ilustre, su emisario más elocuente, su embajador más conspicuo. Predicó con celo a los gentiles y a los judíos, en las escuelas, cortes, palacios, sinagogas, plazas y prisión. Con la misma motivación, predicó cuando tenía abundancia y también cuando pasaba por privaciones; él enriqueció a muchos, sin poseer nada. Aunque había experimentado hambre y frío, soportado cadenas y tribulaciones, pasado los últimos días en una mazmorra, y haciendo frente al martirio por orden de un emperador demente, su vida todavía inspira a millones de personas en todo el mundo. Su conversión extraordinaria fue un divisor de aguas, no sólo en su vida, sino también en la historia de la humanidad… Después de su conversión, su celo por la gloria de Dios lo hizo desgastarse sin reservas por los cristianos.”

Pablo se volvió el mayor escritor del Nuevo Testamento, escribiendo 13 de los 27 libros. Según el Dr. Martin Lloyd-Jones, médico y pastor cristiano, la Iglesia, en todos los siglos, reconoce que su Carta a los Romanos es la primera en importancia. Ella fue usada por Dios para la conversión de Agustín de Hipona, de Lutero, y fue instrumento crucial para la Reforma; fue la lámpara que trajo luz para la vida de John Bunyan (junto a Gálatas), y de John Wesley, entre muchos otros. Para Samuel Taylor Coleridge, filósofo y poeta inglés, la Carta a los Romanos “es la más profunda obra escrita que existe (en el mundo).”

Vale la pena considerar la contribución de oro de T. Austin-Sparks, evangelista y escritor cristiano: “Ya oímos más de una vez que hoy el mundo necesita de otro Pablo…Es muy necesario e importante recordar que Pablo fue un representante de la Iglesia, la cual es el vaso corporativo para el testimonio del Señor…, y que el Señor nunca pretendió repetir a Pablo personalmente, y tener un Pablo individual o en persona en cada generación. Lo que el Señor pretendía era que toda la Iglesia fuese, en esta dispensación, lo que Pablo era… Pablo fue colocado como un modelo, un representante, una personificación de toda la Iglesia… Las características de la vida espiritual de Pablo debían ser los constituyentes de la Iglesia del comienzo al fin de la dispensación, para que pudiésemos estar más cerca de la meta. Así, diríamos que lo necesario hoy no sería otro Pablo, sino la Iglesia de acuerdo con Pablo en su constitución espiritual. No es el Pablo individual o en persona, sino es lo que veo espiritualmente por medio de Pablo, y con él, constituyendo la Iglesia, constituyendo todo el Cuerpo.” “…he trabajado más que todos ellos (los apóstoles); pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” (1 Corintios 15:10).

Pablo fue colocado como un modelo, un representante, una personificación de toda la Iglesia… Las características de la vida espiritual de Pablo debían ser los constituyentes de la Iglesia del comienzo al fin de la dispensación, para que pudiésemos estar más cerca de la meta. Así, diríamos que lo necesario hoy no sería otro Pablo, sino la Iglesia de acuerdo con Pablo en su constitución espiritual.

Para aquel que es salvo por la gracia de Dios, de ahí en adelante debe creer también que Su gracia nos capacita para vivir y trabajar para Dios.

El fructificar de la Gracia en William Carey. 

William Carey (1761 – 1834) nació en una zona rural de Inglaterra. Frecuentó la escuela hasta los 12 años, y a los 14 comenzó a trabajar como zapatero. Se convirtió a los 17, y fue ordenado al ministerio a los 26 años. Inspirado por los escritos de Jonathan Edwards, pastor y misionero cristiano, fue despertado para predicar el Evangelio a los pueblos no alcanzados. En 1791, después de varias investigaciones, se dio cuenta que el 70% del mundo no profesaba el cristianismo. Cuando Carey presentó sus ideas a un grupo de pastores, un anciano replicó: “Joven, siéntese. Cuando Dios quisiere convertir a los paganos, Él lo hará sin su ayuda o la mía”. Pero, ¡gracias a Dios!, Carey no desistió del llamado de la gracia en su corazón; él luchó hasta el fin, y fue a predicar a los pueblos de la India. En 1818 fundó la facultad de Serampore (en la ciudad del mismo nombre), escuela de entrenamiento para pastores y misioneros hindúes.

Carey era autodidacta, apasionado por la lingüística, botánica, historia y geografía. A pesar de la extrema pobreza, aprendió latín, griego, hebreo, italiano, francés, holandés, bengalí, sánscrito, maratí y otras lenguas orientales, y tradujo la Biblia, o parte de ella, a 37 idiomas de la India. Su ministerio prosperó tanto que fue reconocido como el “padre de las misiones contemporáneas”. Por medio de él, muchos otros respondieron a la gracia como misioneros, y la predicación del Evangelio llegó a muchos pueblos.

La Gracia rebosa de buenas obras 

Tal vez nada prueba más nuestra espiritualidad y doctrina que el compromiso con las buenas obras. Hay una infinidad de servicios en la casa de nuestro rico Señor para que cada hijo de Dios se vuelva operario trabajador, y no esté ocioso. Mujeres sustentaban a Jesús y Sus colaboradores con sus ofrendas (Lucas 8:1-3). El Conde Zinzendorf invirtió su fortuna en los moravianos, y así un avivamiento de oración perduró por cien años, y muchos misioneros fueron enviados por el mundo esparciendo el Evangelio. Marta y María nos dan ejemplo de la bendición de abrir nuestra casa y ejercer la hospitalidad. En la casa de María se practicaba el ministerio de la oración corporativa. Un ángel salvó a Pedro de la prisión (Hch. 12:6-18), y Juan Marcos, hijo de María, se volvió un cooperador de los apóstoles (Hch. 13:5). Dorcas cosía ropas para las viudas (Hch. 9:39). En Romanos 16:1- 2, vemos que Febe era diaconisa en la iglesia en Cencrea, hospedaba a muchos, y a Pablo, y llevó su carta a los roma- nos. Priscila y Aquila eran cooperadores de Pablo y cuidaban de las iglesias más jóvenes. Y a pesar de ser una la iglesia en Roma, había por lo menos tres asambleas de hermanos, no solamente reuniéndose, sino trabajando. Pablo menciona una amplia lista de hermanos y hermanas que cooperaban con él en el Evangelio. Pedro recomendó a Pablo: “¡No se olviden de los pobres!” (Gá. 2:10). Pablo se esforzó tanto en cumplir este servicio como en predicar a los gentiles; él desarrolló un fuerte ministerio de socorrer a los pobres, al punto de involucrar a las iglesias en este encargo. Como bien resaltó John Stott, presbítero y escritor cristiano: “Nuestra contribución cristiana puede expresar nuestra teología”.

En 2 Corintios 8, Pablo hace un tributo a la gracia de Dios por medio de las buenas obras en socorro a los pobres; él quería que los hermanos supiesen de la gracia que Dios había concedido a las iglesias en Macedonia. Estos santos eran probados con muchas aflicciones, pero estaban llenos de gozo. Y su extrema pobreza se desbordó en rica generosidad porque eran cooperadores de la gracia. Pero Pablo quiso testimoniar que, aun así, ellos dieron no solamente lo que podían, sino mucho más que eso, y lo hicieron por iniciativa propia. Estos santos eran pobres, pero ricos en generosidad. Ellos rogaron para participar de la gracia de suplir a los demás e hicieron hasta más de lo que se esperaba. Es posible ser prósperos y llenos de alegría, pero, debido al egoísmo, se puede deambular en el limbo de la angustia y ser azotados por el descontento de Dios.

  • George Müller fue el padre de los huérfanos, ejerciendo su fe para levantar orfanatos a fin de acoger millares de huérfanos.
  • Moody, más allá de conducir por lo menos quinientas mil almas a Cristo, levantó orfanatos para niños y niñas necesitados; aunque pobre y casi analfabeto, fundó una editora, un centro de entrenamiento para jóvenes trabajadores y una universidad.
  • Susannah Spurgeon, esposa de Charles Spurgeon (llamado el “príncipe de los predicadores”), creó un fondo para suplir pastores con buenos libros para capacitarse más en el ministerio.
  • Ruth Lee era la secretaria de Watchman Nee, y somos deudores a ella de muchos de los escritos y libros de Nee.

Tal vez nada prueba más nuestra espiritualidad y doctrina que el compromiso con las buenas obras. Hay una infinidad de servicios en la casa de nuestro rico Señor para que cada hijo de Dios se vuelva operario trabajador, y no esté ocioso.

Nos falta tiempo para mencionar a tantos otros que, con- fiados en la gracia, trabajaron para Dios. Ciertamente, con oración y dedicación, todos nosotros podremos encontrar nuestros lugares para servir al Señor de diferentes formas.

Gracia: Una capacitación divina de poder. 

F.F. Bruce, erudito bíblico, resalta: “La humillación de Pablo sirve solamente para realzar la gracia soberana; ésta no fue inútil, vacía, sin resultados. “…he trabajado más que todos ellos…” Indica la naturaleza de la gracia concedida, una capacitación divina de poder.”

¿Hemos respondido a la gracia que el Señor depositó en nuestra vida para servir? ¿Qué hemos hecho con nuestros dones y las oportunidades que aparecen delante de nosotros?¿Hemos respondido con fe trabajando confiados en la gracia de Dios o hemos permitido al enemigo paralizar nuestra vida, impidiendo el progreso de la gracia? Recordemos: “… no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7).

Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.” (2 Corintios 6:1).

Monte Mor, São Paulo/ Brasil

Gerson Lima

Editor de la Editorial de los Clásicos y sirve en el ministerio de la palabra en muchos lugares durante 30 años. Vive  en la ciudad de Monte Mor con su esposa Miriam y sus hijas: Pérsida, Gérsica y Síntique. Es uno de los ancianos de la iglesia de este lugar.