PRESENTACIÓN

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,  enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, ” (Tit 2:11-12)

Habiendo completado ya un año de nuestra revista, por las misericordias de Dios, y viendo la mano gloriosa del Señor llevando nuestro trabajo mucho más allá de nuestras expectativas, nos alegramos y gozamos en poder avanzar en la siguiente edición, con el deseo de seguir profundizando y tratando aquellos temas que la Iglesia tanto necesita en estos tiempos.

En nuestras anteriores ediciones hemos tratado temas relacionados con varios aspectos del Evangelio. Ahora, con el ánimo de profundizar en la fe que una vez ha sido dada a los santos, nos sumergimos en la Palabra del Señor para tratar el tema de “La Gracia”.

La Gracia, don de Dios, es una de las verdades básicas de nuestra fe. Pero, lamentablemente, muchos son los que tienen poca claridad sobre ella, y algunos hasta tienen posiciones desequilibradas e incluso peligrosas. Hay quienes la usan como excusa para pecar; otros se apoyan en ella para llevar una vida disoluta; y otros la ignoran pensando que, debido a sus “buenas” obras, pueden llegar a ser recibidos por Dios. Estos ataques, fruto de la ignorancia bíblica prevalecivente en nuestros días, hacen indispensable una edición como la presente para aclarar tan importante tema.

La Gracia, don de Dios, es una de las verdades básicas de nuestra fe. Pero, lamentablemente, muchos son los que tienen poca claridad sobre ella, y algunos hasta tienen posiciones desequilibradas e incluso peligrosas.

La Gracia no es otra cosa que esperanza para el cristiano: una Gracia que salva, capacita y suple todas las necesidades pasadas, presentes y futuras del creyente. Dios, por Su inconmensurable bondad, extiende su mano a un mundo caído que, de no ser por su favor inmerecido, seguiría su rumbo sin retorno a una total destrucción.

Es nuestro deseo que, por la bondad de Dios, la actual edición sea para el lector un refrescante renovar en el entendimiento de tan precioso asunto, y una advertencia para aquellos que osan desacreditarla y tergiversarla.

¡Dios nos conceda volver a mirar estar verdad con mucha fe y sabiduría!

 

Bogotá / Colombia

Alberto Rabinovici

Colaborador y escritor del ministerio tesoros cristianos. Nacido en Argentina, criado en Paraguay e Israel. Vive en Colombia hace 8 años donde sirve en la iglesia local donde reside. Felizmente casado con Daniela, y tiene un hijo: Natanael.