“Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo” (Gál 3:22-25)
Con mucha alegría en el Espíritu Santo presentamos a nuestros lectores una edición más de nuestra revista. En esta publicación abordaremos el tema: “El uso legítimo de la Ley”. Si el lector ya es alguien que busca la verdad, seguramente ya se encontró – o probablemente sucederá algún día – con muchas falsas interpretaciones de la Ley de Dios. Personas que distorsionan el significado de las Escrituras buscan colocar sobre nosotros un yugo de esclavitud, intentando llevarnos a un camino de obras y méritos humanos, siendo más que imposible que alguna de estas cosas nos acerquen a Dios.
Querido lector, usted será conducido por estas páginas con un propósito muy claro: Hacer que usted perciba la Escritura de una manera completa y unificada, no colocándola en contradicción consigo misma, sino aclarando un tema que está entre los más controvertidos hoy en día.
En la preparación de tan difícil tema, hemos vivido una clara oposición espiritual. Esta realidad es una señal evidente de que estamos en el camino correcto.
Personas que distorsionan el significado de las Escrituras buscan colocar sobre nosotros un yugo de esclavitud, intentando llevarnos a un camino de obras y méritos humanos, siendo más que imposible que alguna de estas cosas nos acerquen a Dios.
Luego que Satanás pierde un alma, tratará de impedir que esa persona pueda crecer en el conocimiento de Dios. Esto mismo aconteció antes de la liberación del gadareno descrita en el capítulo 5 de Marcos, cuando hubo gran tempestad, señal de la oposición maligna en contra de la liberación de aquel hombre. Así también, nosotros hemos experimentado ya una gran tempestad de luchas y dificultades para lograr impulsar esta edición, quedando en evidencia que se obtendrán con la misma muchas bendiciones.
Más allá de sólo ser perdonados de nuestros pecados, sabemos que el Señor nos quiere conducir a una vida íntima de relación con Él y Su Palabra. El Señor use, por Su misericordia y gracia, esta edición para liberar a muchos de los problemas del legalismo, del libertinaje, y nos lleve a entender lo que las Escrituras dicen con respecto a la Ley de Dios y su uso legítimo.
¡Que el Señor, por su bendita gracia, pueda usar las páginas de la presente edición para promover la edificación en nuestras vidas! Es nuestra sincera oración en el precioso nombre del Señor Jesús ¡Amén!
Joinville, Santa Catarina / Brasil
Marcelo Vieira
Siervo de Jesuscristo, esposo, escritor, produtor musical. Vive en la ciudad de Joinville, Santa Catarina, en Brasil, lugar en el cual es servidor de la iglesia local. Felizmente casado con Thais, padre de una hermosa niña llamada Helena.