- Buscar
-
- Inicio
- Revistas
- Doctrina
- Complemetos
- Autores
- Tienda
- Carrito
Carrito
- Buscar
-
- Inicio
- Revistas
- Doctrina
- Complemetos
- Autores
- Tienda
- Carrito
En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés.
Uno pregunta al otro -¿Tú crees en la vida después del parto?
-Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
-¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
-No lo sé pero seguramente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
-¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
-Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
-Pero nadie ha vuelto nunca del más allá después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
-Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
-¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
-¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
-¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
-Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?…yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella…
¿Encuentras algo similar a nuestra vida aquí?
© 2024 Tesoros Cristianos. Construido utilizando WordPress y el Highlight Theme